El año de los 100

Siempre habrá un primero

Mi primera amiga de este Dream Team es la “Srta Kamikazee”. Ambas nos encontramos coincidiendo en una misma etapa: volver a aprender a estar solas, a que lleguen los fines de semana y no sucumbir ante el pánico del ‘¿qué hago?’, aceptar que la cama de dos plazas no necesariamente sea para dos personas, y que dejar de dormir en uno de sus laterales es síntoma de estar asimilando correctamente la idea. Fuimos juntas al cine a ver ‘Cómo ser soltera’, creyendo que la película nos daría algún tip trasladable a nuestras vidas. Yo no paré de llorar en toda la película y la “Srta Kamikazee” no dejó de mirarme de refilón y reírse de mi empatía con la protagonista porque andaba en bici como yo y porque estaba sola, claro. Recuerdo que salí contenta porque a diferencia de la protagonista, yo podía subirme el cierre de un vestido gracias a mi hiperlaxia, prescindiendo de la ayuda de un machote que lo haga por mí. (¿Les conté que tampoco necesito ayuda para pasarme protector solar por la espalda? Si esto no es empoderamiento femenino, ¿qué es?).

Tuvimos que aprender que ya no podíamos delegar en otra persona hacer la cama, ni tender la ropa, ni hacer las compras y menos pensar en qué se va a cenar. Todo dependía de nosotras. ¿Escucharon? De nosotras. Agotador, pero por otro lado liberador.

Resulta que con la “Srta. Kamikazee” estábamos viendo uno de los últimos atardeceres del 2019, y mientras comentábamos qué esperábamos para el año que vendría, ella me desafió a concretar 100 citas en un año. Reí, revoleé la vista al son de un ‘pfff’ , y así empezó este delirio cósmico. Le advertí que esto acabaría siendo una película y que muy probablemente en 100 citas conociera al padre de mis hijos -ya sea por elección o equivocación-.

 La “Srta. Kamikazee” tiene la particularidad de incentivarme a ponerme objetivos que parezcan imposibles. Sabe que esa apariencia de ‘imposible’ hace que enloquezca por querer lograrlo posible.

Es así como hoy me encuentro entrenando para correr 100K a fin de año y concretando 100 citas sin filtros, a ciegas y bien predispuesta finalmente a soltar el yunque con el que ya me había encariñado. Estoy decidida a salir del fondo. De hecho, creo que hace tiempo no lo estoy, sólo que ahora llegó el momento de volar más alto. 

Recommended Articles

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *